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Entre los intersticios de esa negación del otro y de la otra, que nos trae la historia
cultural en la época colonial y que ayuda a la reconstrucción de la mujer en la historia
encontramos algunos textos relevantes escritos por mujeres que lograron irrumpir en paisajes
físicos e inhóspitos sociales, que se destacaron por ser un “género discursivo no-canónico”
78
,
de resistencia y ruptura con el poder y sistema establecido por la inquisición promovido por el
poder eclesiástico. Se trataba no sólo de la producción de textos, sino también de cómo eran
las lectoras peruanas, al punto de ser juzgadas por la inquisición, así lo relata el escritor
Ricardo Palma sobre las mujeres ajusticiadas, consignadas en los Anales de la Inquisición
79
.
Pocas mujeres no siguieron las pautas y normas de la tradición escrita ejercida por los
hombres intelectuales, de aceptación y sujeción de la mujer para ser el “ángel guardián”
80
de
la vida privada y adonde el sujeto masculino encuentre respiro de los avatares de la lucha
política. Ellas, al contrario a este destino proliferado por los intelectuales, crean otro discurso
con el fin de contraponerse al canon de las historias oficiales masculinas, con sus normas y
valores. Los casos más reconocidos fueron los escritos de las escritoras pioneras en el mundo
letrado como Flora Tristán y su obra “Peregrinaciones de una paria” (1832)
81
, Juana Manuela
Gorriti
82
. Mercedes Cabello de Carbonera y su novela “Blanca sol” (1889)
83
. Clorinda Matto
78
QUISPE – AGNOLI, 2007, p. 2-4.
79
El escritor Ricardo Palma escritor de las tradiciones peruanas, relata: Doña Ana de Daza, señora del Alto Perú,
denunciada de leer las Cartas de Eloísa y Abelarda (...) Doña Carmen de Oruna, de veinticuatro años, soltera,
denunciada en 1817 por haber leído el Arte de amar, de Ovidio. (...) Doña Josefa Sarmiento, denunciada en
1817 por haber dicho que sólo con Dios y con sus libros se confesaba, pues los sacerdotes son hombres
viciosos (...) Doña Isabel de Orbea (literata limeña) denunciada, en 1719, por proposiciones heréticas y
malas lecturas. El conocido caso de Luisa Melgarejo, amiga de Santa Rosa de Lima, quien fue acusada de
iluminada por la Inquisición en el siglo XVIII y, al mismo tiempo, santificada por sus experiencias místicas,
quedando como personaje virtuoso y ortodoxo en historias eclesiásticas posteriores; el relato de sus visiones
se encuentra en su proceso inquisitorial. Cf. Véase PALMA, Ricardo. Anales de la Inquisición de Lima
(1897). Lima: Ediciones del Congreso de la República del Perú, 1997. p. 231-232.
80
El discurso de los intelectuales de la época era presentar al mundo occidental de una sociedad peruana
racional, estable, homogénea y civilizada. Los hombres y mujeres indios, mestizos, y mulatos quedaban
excluidos de la iconografía y los escritos de la nación moderna. Para Fuentes: “La mujeres y la vida
domestica no tenemos nada que envidiar de las europeas, pues todas las dotes físicas, intelectuales y morales
que hacen de la mujer la joya mas preciada del universo, son el privilegiado ornamento con que la mano de
Dios ha favorecido a la limeña, de quien mas de una vez se ha dicho que tenía la mirada de la italiana, el talle
y la gallardía de la francesa y la sal de la andaluza. FUENTES, M. A. Lima, apuntes históricos, descriptivos,
estadísticos y de costumbres. París, 1986. p. 9. Citado por MANRIQUE, Nelson. Yaguar Mayu. Lima, 1988,
p.28. Era claro que esta imagen era el discurso nacionalista en donde se redefinía a la mujer dentro de la
sociedad criolla imaginada por la elite intelectual.
81
Flora Tristan en su obra Peregrinaciones de una paria describe la situación de la mujer en la época, y que fue
quemado públicamente por la antigua inquisición.
82
Juana Manuela Gorriti cuestionó el discurso rígido ideológico de género acerca del modelo victoriano “que
debía de ser abnegado, discreto, recatado, pero también ligero, adornado, y lisonjero, atributos considerados
específicamente femeninos”. DENEGRI, Francesca. El Abanico y la Cigarrera: La primera generación de
mujeres ilustradas en el Perú. Lima: IEP. 2004. p. 10.
83
Mercedes Cabello en su novela Blanca sol abogaba la reivindicación de la mujer y el mejoramiento de la
sociedad. En el ensayo “perfeccionamiento de la educación de la mujer” afirmaba que la emancipación e
instrucción de la mujer beneficiaba a la sociedad, por lo que promovió la educación laica.